Un deportista ¿nace o se hace?

Ultimamente me he estado preguntando si en verdad para ser un buen deportista, necesitas haber nacido para ello, me explico, no es raro escuchar a personas decir «yo haría deporte pero no he nacido para eso, en seguida me canso cuando corro, no tengo resistencia» o «el deporte no es para mi» , y también hay otros que dicen «desde siempre he practicado deporte, lo llevo en la sangre» o «Eres un buen deportista, te viene de familia».

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Partiendo de la base de que cuando naces todo lo que serás, desde los cero hasta los cinco o seis años, te lo aportan otros, tus padres, familia, colegio, sociedad, no creo que se nazca o no con mayores aptitudes que otro para el deporte, todo depende de la motivación, de las ganas, de la fuerza.

A todos más o menos, nos cuesta hacer deporte, es como estudiar, son malos tragos que dan buenos resultados, la diferencia está en como soportas tú esos «malos tragos», hay personas que persiguen objetivos, se ponen retos, y gracias a esto, su fuerza de superación es mayor y consiguen pasar esos «malos tragos» sin pensarlo dos veces.

He visto casos en los que era la pasión por el deporte la que empujaba al deportista hasta pasar la línea de meta y ser el campeón. Y también sé de personas que aún no teniendo esa pasión de primeras, sus ganas de superación y motivación han hecho que llegarán a lo más alto.

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Por que llegar a lo más alto para un niño de 9 años con sobrepeso, significa aprender que sí puede, que después de ocho meses en el equipo de atletismo, con el apoyo de sus padres, aprendiendo normas de alimentación y siendo constaste, ha podido ser uno de los clasificados para una de las competiciones regionales de atletismo, ha sufrido mucho para llegar ahí, lo que antes era sobrepeso ahora son ganas y motivación, sus músculos se han definido y son mucho más ágiles, tiene más fuerza, ni él mismo se reconoce cuando piensa en como era antes y cómo ha cambiado, ahora está preparado, se encuentra en la línea de salida, y solo piensa en dar lo mejor de sí mismo…. Para él haber llegado a ese momento, lo es todo.

Y lo mejor es que esto no solo le pasa a niños, millones de personas a diario encuentran esa motivación de la mano del deporte para poder hacerse fuertes. Por que el deporte aporta a la persona tal energía capaz de transformarla, de oxigenar por dentro, capaz de disfrutar el momento, de sentirte bien consigo mismo, da igual que tipo de deporte sea.

La práctica deportiva requiere un entrenamiento tanto físico como mental.

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A mi entender, todos poseemos los mismos músculos, en nuestro cuerpo, unos mas desarrollados que otros, sin embargo la fuerza para que estos músculos hagan su trabajo (que para eso están) no proviene de estos mismos músculos, sino de la mente, el impulso que hará que ese músculo se active proviene de nuestro cerebro, ya puedes tener el cuerpo más definido del mundo que como tu cabeza diga de no activarlos pasarás todo el día en el sofá …. esa fuerza mental, (por que creedme requiere de fuerza decidir levantarse a entrenar todos los días a las 8 am), que es la que nos mueve, también hay que alimentarla, entrenarla, establecer objetivos, trabajar con las actitudes, entrenar la concentración, control de la activación, conocer técnicas de respiración y relajación etc, esto hará que se siga progresando, que en los momentos de desmotivación sea fácil seguir… por que cuando se trabaja tanto, cuando nos esforzamos tanto, necesitamos ver resultados, necesitamos saber que vamos por buen camino, establecer objetivos es esencial, no solo en la práctica deportiva.

Por último, animar a todos aquellos que creéis que no podéis o que no es para vosotros, solo necesitáis unos objetivos, ganas y trabajar la motivación diariamente, porque incluso a los mejores deportistas, cada día es un reto para ellos el salir y darlo todo en los entrenamientos, los que iniciáis ahora requerís de un poco más de motivación, apuntaros al deporte que más os guste, hacedlo solos o con amigos, aseguraros las primec7c3bce96f745cd5eee98349fff1dcb8ras agujetas, las primeras faltas de oxígeno, las primeras marcas bajas, todo esto está asegurado pero intentad disfrutadlo, significará que habéis dado el paso y ese es el mejor principio….

 

 

 

 

Os dejo un poco de motivación!!

 

 

Nuestra zona de confort

Empezaré explicando la situación, en la que muchos jóvenes al igual que yo, se topan cuando deben salir de su zona de confort, ese sitio, que tanto trabajo cuesta construir durante el periodo de adolescencia, ese momento llega con el fin de los estudios.

Desde que tienes razón de ser, recuerdas estudiar, ir a clases con tus amigos de primaria, donde tus mayores problemas son saberte bien bien las tablas de multiplicar, que el profesor de lengua no te saque a la pizarra para hacer el análisis sintáctico de una frase o saber con quien vas a ir sentado durante el trayecto en autobús de la excursión a teatro.

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Luego, en la adolescencia sigues estudiando, en ese momento los problemas que te atacan son diferentes se enfocan más en como te sientes tú y como estás en tu circulo social y familiar (aunque más social). Los amigos son un tema muy importante y los problemas surgen cuando existen distintas opiniones en el circulo y tu te encuentras en medio o no, entonces toca o separase o intentar entenderse, te surgen sentimientos contradictorios, es una época en la que siempre quieres más, tienes ganas de hacer de todo, de conocer, de probar cosas nuevas, pero siempre tienes algo que hacer, estudiar, tus metas puede que no estén muy claras, pero sabes lo que viene después, por mucho que te cueste estudiar, siempre sabes que es lo que tienes que hacer para poder ser alguien.

Es como estar en una escalera, una escalera marcada, sí , es tú escalera por que la subes tú, pero en el fondo sabes que lo haces por que para conseguir » ser alguien » debes seguir esos pasos marcados, vas como cuando en parvularios te sacaban de excursión siempre agarrados de una cuerda, andas tú, pero solo sigues la fila, el camino está marcado y eso nos da confianza, por eso se nos hace tan difícil preveer nuestro futuro y anticiparnos, por que hasta que no acabas bachiller todo está marcado. Eliges modalidades pero no son decisiones que puedan suponer un cambio drástico en tu vida, aunque elijas ciencias, letras o sociales, seguirás en tu mismo colegio, con tus mismos amigos. Es cuando te preguntan, ¿y que carrera vas a estudiar? ese momento es cuando todo dentro de ti se tambalea, sabes que es unas decisión seria, sabes que esa decisión cambiará el curso de tu vida y la mayoría no tiene ni idea, ya sea por que no tienen una gran vocación o por el miedo que conlleva una decisión tan grande e importante, escuchas «lo que estudies será para toda tu vida», «si tienes una carrera conseguirás un buen trabajo» , y así un largo etc.

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La primera vez que salí de mi zona de confort fue al terminar la e.s.o, hice bachiller de artes y tuve que matricularme en otro instituto del centro de la ciudad, salir de mi zona de confort me hizo madurar mucho, muchísimo, y acabé bachiller con muchas ilusiones y espectativas tal vez elegir bachiller de artes me ayudo, si no, a saber que que quería estudiar, al menos a darme cuenta que el arte es uno de mis mas grandes hobbies, de esos a los que te gusta dedicarte en tus ratos libres y poder disfrutar de él de forma privada.

Por lo que, al llegar a la Universidad y elegir carrera, al menos sabía lo que no quería, no fue fácil, elegir, nunca lo es, más que nada por que era y aún sigue siendo, casi un suplicio pensar en algo a lo que te quieres dedicar toda tu vida.

Mi primera opción fue estudiar Marketing, me interesó y aún lo hace, es un ámbito donde no puedes dejarte llevar por la rutina, ya que las cosas avanzan cada día, todo está en constante movimiento, marketing es transformación, creatividad, innovación, es o debería ser una herramienta para que las personas se sientan más unidas a las empresas (producto/servicio), sin embargo mi idea de marketing, no era lo que en la carrera te enseñaban, marketing se dedica a vender, no importa el precio, eso en lo teórico y en lo práctico, en el grado de marketing te integran los conocimientos económicos que yo , con una formación de artes no tenía, por lo que acabe el primer año y decidí no continuar.

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Desde pequeña he odiado que las personas griten, si se gritaban entre ellas me ponía triste y si me gritaban a mi lloraba, no podía evitarlo. Durante la adolescencia aprendí que las personas gritan debido a problemas, necesidades o situaciones que no saben como solucionar o como afrontarlos.

Ese verano entre que dejé marketing y volvía a restablecer mis ideas en busca de algo que sí me proporcionara un conocimiento de valor, topé con el grado en Trabajo Social, el nombre dice algo, pero no se acerca, ni casi, a lo que en verdad significa, el primer año, fue un año donde me di cuenta que lo que me hace sentir bien, es ver pequeños gestos de humildad, pequeños gestos de vida en las personas,  encontrar a esas personas, que sea cual sea su condición, viven regalando esos pequeños gestos, es lo que me hace querer trabajar en busca de una solución a sus problemas, necesidades o situaciones, por que todos necesitamos, en algún momento de nuestra vida, aprender a ver las cosas desde otra prespectiva, aprender que existen situaciones que nos harán templar, nos destrozarán por dentro, y no podremos entender lo que nos está pasando ni porqué.

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La vida es cambio, trasformación y las defensas que siempre nos han funcionado a afrontar ciertas tempestades, puede que llegue un momento en que dejen de funcionar, y no sirve de nada luchar contra estos cambios.

Vivir en nuestra zona de confort nos hace sentirnos seguros mientras la realidad que nos hemos construido siga igual que siempre, sin embargo, en el momento en que toque salir de esta zona, nuestra zona de seguridad, y tengamos que mirar al vacío desde arriba, nos ataca la inseguridad, la ansiedad por no poder controlar lo que nos esta pasando o lo que nos pasará, nos resistimos…. y si, el cambio es algo natural en el ser humano ¿por que tratar de resistirnos?

Una vez acabas los estudios y ves el mundo laboral tan cerca, no seré yo la que diga que no acojona … por que sí que lo hace … pero, y la emoción que da tan solo pensar que, tal y como está la situación de encontrar un buen trabajo hoy día en España, y que frente a todo buen pronostico, solo tienes que saltar y cruzar tu zona de confort para poder dejar que las cosas fluyan, sin resistencias, y hace que aquello por lo que tanto has luchado por conseguir, llegue … y llegará.

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Después de poneros en situación, me gustaría dar algunos consejos sobre como afrontar ese momento en el que toca salir de nuestra zona de confort.

No es tan fácil decirlo como hacerlo, como siempre la teoría siempre se aprende antes que la práctica, por lo que se debe trabajar día a día para tratar de no ver cada cambio como amenazas.

1. Desafíate y rinde al máximo. Salir de la zona de confort es un aspecto importante en el crecimiento personal, pues es no es posible pensar que llegaremos al lugar que queremos llegar haciendo lo justo y necesario y estando inmersos en la misma rutina de siempre.

2. Piensa en como haces las cosas …. e intenta actuar y hacerlas de forma distinta. 

3. Busca cambios en las cosas que te rodean .

4. Anticipate a todas las excusas que te vas a poner. Sé consciente de que, cuando te fijes metas que te resulten incómodas dentro de tu zona de confort, inconscientemente vas a estar buscando un montón de excusas para no hacerlo. Juzga estas excusas como lo que son: invenciones cuyo único objetivo es racionalizar la aceptación de la comodidad.

5. Expónte a conocer gente nueva. Trata de hablar con las personas que te rodean, actuando con naturalidad todo fluirá como debe, y será divertido comprobar con qué facilidad pueden funcionar las interacciones con los demás si no se piensa muy bien lo que es está diciendo.

6. Toma consciencia. Realiza ejercicios de visualización, respiración, trata de poder vivir el aquí y el ahora, trata de fluir con las diferentes situaciones que se te aparezcan y piensa que siempre están cargadas de buenas intenciones.  Crea hábitos donde puedas aprender a controlar tus estados de ánimo y libera creencias que hacen que nos anclemos en nuestra zona de confort.

Estos últimos 6 puntos los he adaptado del blog Psicología y Mente, a quien sienta curiosidad por el tema, tienen un buen articulo que habla de la zona de confort y os invito a que le echéis un vistazo.

Aquí os dejo un video que explica que es nuestra zona de confort y como salir de ella.

 

Un abrazo ! Que paséis un buen verano !!

Marina.